viernes, 11 de marzo de 2011

Escarabajo tigre. Cicindela Cicindela)campestris ssp. campestris Linnaeus, 1758)


Escarabajo tigre. Cicindela Cicindela)campestris ssp. campestris Linnaeus, 1758)







Clasificación científica
Cicindelinae
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Subfilo: Hexapoda
Clase: Insecta
Orden: Coleoptera
Suborden: Adephaga
Familia: Carabidae
Subfamilia: Cicindelinae
Género: Cicindela
Especie: C. campestris
Nombre binomial Cicindela campestris Linnaeus, 1758



La cicindela campestre (Cicindela campestris) es un coleóptero de la familia Carabidae, subfamilia Cicindelinae. Tiene una longitud de 12 a 15 milímetros.
Es frecuente en los caminos de bosques, en los linderos y en las superficies arenosas. Comienza a volar en primavera pero no llegar a cubrir grandes distancias por el aire. Al igual que sus parientes depredadores se alimenta de cualquier otro insecto. Las larvas también son depredadoras. En las pendientes de barro y lodo practican un orificio de varios centímetros en cuya entrada esperan a sus presas. Su área de distribución abarca toda Europa, Siberia y norte de África.

Más sobre el escarabajo tigre estraido de:

http://macroinstantes.blogspot.com/2008/03/el-escarabajo-tigre.html

Las cicindelas o escarabajos tigre son pequeños coleópteros muy ágiles y vivarachos. Pueden correr a una velocidad sorprendentemente rápida y en caso de necesidad pueden dar cortos vuelos para ponerse a salvo de los peligros.

Tanto los adultos como sus larvas son depredadores, aunque utilizan técnicas muy distintas para capturar sus presas.

Los adultos cazan a otros animalillos usando su velocidad y sus fuertes y afiladas mandíbulas. Son especialmente activos cuando hace calor. Se mueven de forma característica, con rápidas carreras interrumpidas por breves paradas. En algún sitio leí que esta forma de correr de forma intermitente se debía a que su velocidad era tan grande que su cerebro no era capaz de procesar la información visual a la velocidad necesaria, y debían detenerse para 'esperar a su cerebro'. No sé hasta qué punto esto puede ser cierto y basado en estudios científicos o no.

Las larvas excavan una madriguera vertical en el suelo, perpendicular a la superficie y acechan a posibles presas que pasen cerca, al estilo de las larvas de las hormigas león y los dípteros Vermileonidae, aunque sin formar un cono. Cuando no están cazando, se retiran al interior y cierran la entrada.

En Europa hay una veintena de especies de escarabajos tigre, con muchas subespecies descritas.

Curiosidades:

Este insecto se puede considerar como el animal terrestre más rápido del mundo. Corre a unos 2,5 metros por segundo. Es tal su velocidad que de vez en cuando tiene que parar para poder orientarse.

Mide apenas 1,5 cm y como ves en la foto está dotado de unas poderosas mandíbulas, lo que le confiere una alta capacidad como cazador.

Si un humano tuviese esa misma capacidad para desplazarse, sería como si corriese a 400 kilómetros por hora.

De la familia Cicindelidae este veloz y hábil cazador debe su nombre común (escarabajo tigre) a que realmente es fiero con sus presas y muy efectivo al cazarlas; además está anatómicamente armado para eso.

a) Patas largas y delgadas especiales para correr.
b) Ojos grandes para encontrar y no perder de vista a su presa.
c) Mandíbulas muy desarrolladas para atrapar a a la víctima.
d) Antenas largas para mejorar la percepción.
e) Sistema de alas para volar si es necesario.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Á este bicho lo he tenido en numerosas ocasiones entre mis manos. Me gustaba sentir las cosquillitas que me producían sus patitas. Pero nunca me preocupé, ni por su nombre, ni en qué lugares vivía... Hoy, se muchísimas cosas sobre él. GRACIAS.

Bernardo García Medrano dijo...

Hoy fotografié uno de estos insectos y lo que me llamo la atención fué a la velocidad con la que se movía por el suelo.

Bernardo García Medrano dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
José Biedma L. dijo...

Creo que esté extraordinario escarabajo debe contar con algún anticongelante o calefacción interna, porque lo he visto correr por el olivar casi bajo cero, en enero.